martes, 6 de noviembre de 2012

La filosofía del rock me coloca sin drogarme.

Los rockeros que me hacen bailar valen mas que el cabrón que me hace llorar. Sabes que? Las noches que salto y grito como una posesa son las mejores que me pueden dar esos viejos músicos que crearon hace unos años unos exitazos. Y ahora yo, una cría que de sobra podría ser la hija de uno de ellos, canto y bailo súper identificada con esas letras extrañas y extravagantes que dicen tacos por todas partes y lo único que provocan es un desahogo que sin darte cuenta quieres decir y acabas gritando con un cubata en la mano y la otra mano vacía pero alzándola con todas las fuerzas al ritmo de esa puta canción.


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