R.

No encuentro el sentido de mis palabras, digo todo lo que he sentido, pero no sé si alguna vez digo bien lo que siento ahora.

Con lo que:

Quise a un chico, temblaba delante sus sonrisas, sonreía de camino a nuestro encuentro, daba saltos de alegría cuando tenía noticias de nuestra próxima cita. Enserio, nunca he soñado tanto por alguien, me embriagaba de sus palabras. Flotaba entre sus caricias y surgía de entre sus besos, los que me inyectaba en la piel.

Sigo mirando nuestra foto, aquella que hicimos a ojo, sin saber enfocar porque de repente me giré para sonreirle y me besó justo cuando saltó el flash.

Me gusta recordar aquella relación que empezó en su coche, dos besos de despedida pero entre uno y otro sonreímos como idiotas y no hubo nada más que decir.