Comerse un yogur de frutas del bosque pensando en lo que hacías justo un año, deprimida, mientras se te repiten las palabras que te acaban de decir, es una realidad. Hace un año empezaba a enamorarme del único al que creo haberme enamorado en mi vida. Día tras día, hora tras hora nos hacíamos perdidas, hace poco que dejó de funcionar lo nuestro y ahora cuando ha acabado la relación con la ultima persona va y le hago una perdida. Que ridículo es y que mal me siento. Todo lo ha provocado unas palabras las cuales ya me esperaba, las cuales también son la verdad y desmotiva, dan ganas de tirarlo todo por la borda, vulnerable, basura, un trapo sucio al que usan y tiran, un perro que abandonan por un cachorrillo... Soy todavía muy joven y me queda toda una vida por delante donde aprender y madurar como con esto.
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