domingo, 15 de mayo de 2011

Domingo

Al desnudarme toqué mi pecho, noté mi corazón latir con fuerza, no iba acelerado ni demasiado lento, simplemente latía con vida. Podía contar tranquilamente cada latido. Me dí cuenta de lo idiota que soy, es decir, mi cuerpo funciona perfecto, cada órgano hace su funcionamiento perfectamente y mi sangre circula correctamente, mi cabeza va a toda velocidad, aunque no siempre lo reconozcan, en fin, no tengo ningún problema físico ni psicológico como para no llevar una vida normal, sin problemas. En cambio me comporto como si así fuera, no sonrío todo lo que debería de sonreír, no digo todo lo que debería decir. Ayer, adoré la lluvia, necesitaba correr, gritar y desahogarme. Llovía, corrí, con todas mis fuerzas, incluso lloré un poco, me cruzaba con gente y me miraban sorprendidos, incluso un grupo de chicos con los que me crucé me dijeron que tuviera cuidado porque me iba a caer "bonita". No hice caso. No me caí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario